El Secreto de la Onza Troy de 1978

Dentro de este mismo blog se puede encontrar un artículo titulado El Secreto del Hidalgo 10 pesos de 1955, así como también Las Onzas Troy en México y la del Capricho se recomienda la lectura de ambos para comprender de mejor manera el tema a tratar.

Las Onzas Troy en México se acuñaron por primera vez en 1949, aunque desde 1947 se planeaba su acuñación.  Posteriormente en 1978 regresarían a producción como una herramienta de ahorro en metales preciosos con miras al mercado extranjero, al igual que décadas atrás, pruebas de acuñación se troquelaron antes de la adopción del diseño oficial.

Las 4 Onzas Troy acuñadas por la Casa de Moneda de México.

La introducción de esta pieza después de 29 años sin haberse acuñado respondió a varios factores.

• La década de los 70s marco un cambio radical en la cotización de los metales preciosos (oro y plata). En 1970 la Onza de plata se cotizaba a $10 USD, para 1979 alcanzaba los $75 USD. Aunque tiempo después el precio se estabilizaría el trienio de 1978 a 1980 fue relevante para las monedas de ahorro en plata.
• La devaluación de 1976, por la cual se rompe la paridad cambiaría de $12.50 MXP por USD, la cual estaba estable desde 1954, en 1978 el tipo de cambio llegaba a $22.50
• La quiebra del sistema Bretton Woods por la cual Estados Unidos dejaría de convertir su moneda en oro, así como mantener el precio estable de la onza de oro.

No se ha podido encontrar el decreto de autorización para la Onza de 1978, pero es de suponerse la acuñación no fue realizada en todo el año, habiéndose limitado a un corto periodo del tal año, a diferencia de 1979 y 1980.

Lo anterior, a la sazón que el monto de acuñación es por mucho menor para el primer año, 1978 registra 280,000 piezas, 1979, 4,508,000 y 1980, 6,104,000. Todas las piezas comparten las mismas dimensiones, plata ley 0.925, un peso de 33.625 gramos, diámetro de 41mm y canto estriado.

En base al anterior dato es claro, la onza de 1978 es la menor fabricada, pero ¿será la más escasa de la serie?, el primer año suele creerse es el más escaso, en 1949 se acuñan 1,000,000 de piezas, si bien es más antigua su acuñación y muchas de esas piezas no sobreviven a la época, su demanda ha sido siempre la de mayor popularidad por diversos factores:

• Primera fecha de la serie, lo cual implica mayor interés.
• El mercado norteamericano incluyo tal ejemplar en sus álbumes de colección (Dansco & Whitman), incrementando su demanda.
• Fue exportada masivamente, así como su gran popularidad en el extranjero.

Ahora bien, el ejemplar de 1978 no corre con la misma suerte, a diferencia de la onza de 1949 que siempre ha sido resguardada y separada de las monedas de ahorro o «bullion» en inglés tradicionales, los tres especímenes de 1978, 1979 y 1980 por décadas fueron fundidas por su contenido de metal precioso indistintamente, lo cual ha reducido su disponibilidad hoy en día, sumado al gran factor que no tiene demanda entre los coleccionistas, lo cual hace se deje pasar la posible oferta que puede existir.

Onza 1978.

Bajo esa misma tesitura, es muy normal poder adquirir Onzas de 1949 en alto estado de conservación BU o UNC, incluso de 1979 y 1980 a menor precio, sin embargo de 1978 no se consigue con tal facilidad, es hasta hace unos pocos años que la «burbuja exploto», y hoy en día su demanda ha incrementado al igual que el valor. Siendo por algunos coleccionistas considerada como la más escasa de las 4 existentes.

Vale la pena mencionar que el autor considera a todas las onzas de 1978 igual de complicadas, siendo que el numismático ha identificado variedades, la más popular es aquella del espaciado en las leyendas «DE MONEDA», al reverso, en donde se lee «Casa de Moneda de México», aunque NGC enlista 4 variedades para tal año, 5 en 1979 y 7 para 1980.

La compañía graduadora NGC respalda la anterior hipótesis, siendo que para la Onza de 1978 es la que menor número de piezas mantiene en sus registros de monedas graduadas, incluso por debajo que el primer año. Para conocer tal estudio y clasificación CLICK AQUÍ. 

Dentro del estudio de las pruebas se han identificado onzas acabado espejo (no satin como lo dicta la norma), hasta ahora 1979 y 1980, no se descarta la existencia de un ejemplar para el año que nos ocupa, sin embargo, tales ejemplares son sumamente complicados y valiosos.

Conclusión:

Si bien hoy en día aún se pueden conseguir las 4 onzas en alto estado de conservación la más escasa no solo por su monto de acuñación sino también por su azarosa vida es la Onza de 1978, por años despreciada y enlistada dentro «de las comunes» de 1979 y 1980. Se recomienda al coleccionista adquirir esta onza, ya que se prever su valor ascenderá a través de los años, y por lo tanto su oferta disminuirá.